14 septiembre 2010

La Huelga

Siglo V antes de Cristo. Los plebeyos de Roma- los pobres, para entendernos-, hartos de que los patricios- los ricos, para seguirnos entendiendo- no les hicieran caso en sus peticiones de más igualdad y derechos, deciden retirarse de la ciudad y establecerse por su cuenta en el Monte Aventino. Los poderosos se quedan, de repente, sin mano de obra y sin soldados, con lo que no tienen más remedio que negociar y ceder, por lo menos, a alguna de las reclamaciones de sus conciudadanos desfavorecidos: la creación de unos magistrados que los representasen convenientemente, los famosos Tribunos de la Plebe. El conocido historiador italiano Indro Montanelli califica esta fecha, el 494 antes de Cristo, como un hito importantísimo para la Urbe y para la Democracia. Probablemente sea uno de los primeros casos documentados de huelga que se conocen en la historia de la humanidad. Lo que quiero decir es que este instrumento de lucha de los trabajadores es tan viejo como el hombre y que, a tenor de las circunstancias, además de legítimo, sigue siendo válido. Gracias a él, si no somos desmemoriados, se han conseguido muchos de los logros de los que hoy disfrutamos en nuestro llamado Estado del Bienestar. Y digo todo esto porque últimamente vengo notando en ciertos sectores de una cierta izquierda ( si sólo viniera de la derecha, lo entendería mejor) una suerte de escepticismo, cuando no una crítica abierta, ante este método de protesta que tradicionalmente ha proporcionado buenos frutos a los que se atrevían a emprenderlo. Lo deseable, desde luego, es que no hubiera huelgas, porque no hubiera motivos para hacerlas, pero me temo que ese momento, todavía, pertenece al campo de lo utópico. La del próximo 29 de septiembre, independientemente del resultado y de otras consideraciones, es, desde mi punto de vista, justa.


Por lo que se refiere al último Boletín del Partido Popular de Torrijos, aunque se merece varias, sólo quisiera hacer una consideración. En la presentación del mismo, nuestro alcalde afirma que se va a desentender por ahora de una campaña que él considera prematura y se va a dedicar a trabajar con normalidad. Señor Juan José Gómez-Hidalgo, le recuerdo, por si no había caído en ello, que su propio Boletín es ya, en esencia, campaña y propaganda. No pasa nada, en ello estamos, con naturalidad.

Jesús Pino. Para su columna de opinión "a mi son" de Primera Edición Torrijos